MANDO MILITAR - JUAN IBARROLA

Cadena de Mando 
Por Juan Ibarrola C. 

Ya lo aprobó en lo general la Cámara de Diputados.

Las voces anacrónicas que no comprenden lo que es la militarización siguen en su estruendo subjetivo.

Afirmar categóricamente que las cuentas de las fuerzas armadas quedan a deber en todos los sentidos, es falso. Por supuesto que soldados y marinos son más letales que cualquier corporación policíaca, por una simple y sencilla razón, tienen adiestramiento profesional, doctrina y espíritu de cuerpo que hacen efectivas sus acciones.

La letalidad real en México la producen los criminales y no por respuesta a los operativos de las fuerzas armadas, más bien son resultado de la lucha por obtener el poder entre organizaciones delictivas.

Cuando se mide el número de enfrentamientos contra el número de muertos, entre criminales y fuerzas armadas, lo que estas voces afirman es lo extraño de que siempre sean más los delincuentes muertos que los muertos militares.

¿Qué se espera entonces?

¿Que haya un empate en el número de muertos?

¿Que mueran más soldados y menos delincuentes?

Habrá que preguntarles a quienes sí son verdaderas víctimas de la violencia y del crimen. Y no se intenta convencer a nadie de que la muerte es la solución; lo que sí, es que no son los militares quienes producen esas muertes y tampoco sus acciones.

Habrá que invitar a estas voces una noche a un patrullaje nocturno en la sierra de Durango o a las colonias aledañas del Acapulco turístico. ¡No! Mejor deberían haber estado el pasado lunes en al atentado que sufrieron los federales en Huixcolotla, Puebla, donde desafortunadamente murió un federal y cuatro más quedaron gravemente heridos.

Ya han sido muchos años de culpar y responsabilizar a los militares por lo que los civiles no han podido ni querido hacer.

No hay propuestas reales y efectivas a la no participación militar en tareas de seguridad interior.

No existe un “amplio rechazo” de la sociedad al mando militar en la Guardia Nacional. Es más, para la sociedad, lo que importa es el resultado y no quien tenga la operación para dejar de seguir siendo víctimas de los criminales.

A la sociedad no importa siquiera si se llama Guardia Nacional o Gendarmería, o como se le quiera poner. A la gente lo que importa es poder salir tranquila a la calle, importa que los criminales no les cobren derechos que se supone pagan con sus impuestos.

Se debe reinterpretar el término “militarizar”.

Se debe también aceptar cuál es la realidad, quién puede de manera urgente, efectiva e inmediata enfrentarla.

Se debe aceptar ya quiénes son los responsables… y castigarlos.

 

Cabo de guardia

El mando militar en la Guardia Nacional significa crear una institución de estado.

Significa someter a quien la integre a una disciplina verdadera y de efectos positivos para la gente.

Significa aprovechar las capacidades, habilidades y experiencias de los militares para formar Guardias Nacionales que comprendan la importancia de la lealtad, del valor, del patriotismo, pero sobre todo de que al pertenecer a ella tendrán los beneficios que los militares tienen.

Reza el lema de la H. Escuela Naval: “El que ha de reprender, debe ser irreprensible”.

El del H. Colegio Militar: “Por el honor de México”.

De eso se trata.

 

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