LOS MILITARES NO SON POLICÍAS DE CRUCERO

¿Militares, policías de crucero? - José Contreras

Opinión de José Contreras.

Investigadores del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) pidieron ayer a la Cámara de Diputados debatir y legislar acerca de “la letalidad” de las fuerzas armadas en la lucha contra el crimen organizado.

Para respaldar su petición, los investigadores entregaron en San Lázaro un estudio del que se desprende que durante el sexenio de Felipe Calderón y en lo que va del gobierno de Enrique Peña Nieto, la actuación de las fuerzas armadas se ha caracterizado por su “letalidad”.

¿Y qué esperaban los académicos del CIDE de nuestras fuerzas armadas? ¿Pretenden que los soldados o marinos le pidan a los sicarios del crimen organizado que por favor los dejen de emboscar y les dejen de disparar?

Con todo y el prestigio de que goza el CIDE, la petición de este grupo de investigadores a la Cámara de Diputados es absurda, pues los militares no son policías de crucero, vamos, no son ni siquiera policías de élite, son militares y punto.

Los militares de cualquier parte del mundo están adiestrados para la guerra, no para ejercer como policías.

El problema entonces no está en la letalidad que han mostrado las fuerzas armadas, sino en la decisión de los gobernantes de asignarles funciones que no son las suyas, como lo es la seguridad interior y el combate al crimen organizado.

Los investigadores del CIDE se sorprenden de que en muchos operativos realizados durante el sexenio de Calderón, hubo lo que ellos llaman una “letalidad perfecta”, con muchos muertos del lado del crimen organizado y pocos heridos.

Los militares están entrenados para matar y disparan con esa intención cuando se sienten amenazados.

Nada más faltaba que a los militares, además de convertirlos en policías y de exigirles cumplir con esa función sin haberlos respaldado con un marco jurídico adecuado, ahora se les exija reducir la cuota de bajas que le hacen al enemigo, para no ser acusados de “letalidad perfecta”.

Deberíamos sentirnos orgullosos de tener unas fuerzas armadas letales, pues, insistimos, los militares están preparados para la guerra.

¿No es correcto que la letalidad de las fuerzas armadas se exprese en las calles del país? Entonces hay que pedirle a los gobernantes que generen las condiciones propicias para que las fuerzas armadas regresen a los cuarteles, que es en donde deben estar.

Alejandro Madrazo, uno de los autores del estudio del CIDE, habla de “política de exterminio” durante el sexenio de Calderón y de “ejecuciones extrajudiciales” durante el actual gobierno, como, dice, en los casos Tlatlaya y Tanhuato.

Ambas imputaciones no tienen nada qué ver con la letalidad que debe caracterizar a toda fuerza armada. Exterminar y ejecutar son conductas delictivas que están penadas y que, en todo caso, deben ser investigadas, siempre y cuando los señalamientos de los investigadores tengan sustento.

Y por cierto, en el operativo de Tanhuato no participaron las fuerzas armadas, sino la Policía Federal.

OFF THE RECORD

**SCJN: YA PARA QUÉ

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación analizará si los legisladores federales pueden ser al mismo tiempo diputados constituyentes.

Un sinfín de legisladores de varios partidos fueron al mismo tiempo integrantes de la Asamblea Constituyente que aprobó la Constitución de la Ciudad de México.

La Corte definirá si eso fue legal o no.

Aunque…¿Ya para qué?

**HALCÓN ENEMIGO

El Senado de Estados Unidos ratificó ayer a Jeff Sessions como fiscal general de ese país.

Sessions, conocido como El Halcón, se ha caracterizado por sus comentarios racistas y xenófobos y comparte con el presidente Donald Trump su aversión hacia los migrantes.

Una piedra más en el zapato mexicano.

 
En la opinión de José Contreras en “Punto por Punto” para Cadena de Mando.
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