¿EJÉRCITO DE PAZ?

EJÉRCITO DE PAZ - RAUDEL ÁVILA -CADENA DE MANDO

La Libertad como Experiencia 
Por Raudel Ávila

Hay inquietud por las declaraciones del Presidente electo relativas al uso de la expresión “ejército de paz”. Si bien es cierto que la ONU organiza los famosos cascos azules para operaciones de mantenimiento de paz, la redefinición de funciones de las fuerzas armadas en México exige algo más que un cambio discursivo. La Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos establece en su artículo primero: “El Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, son instituciones armadas permanentes que tienen las misiones generales siguientes: I. Defender la integridad, la independencia y la soberanía de la nación; II. Garantizar la seguridad interior III. Auxiliar a la población civil en casos de necesidades públicas; IV. Realizar acciones cívicas y obras sociales que tiendan al progreso del país; y V. En caso de desastre prestar ayuda para el mantenimiento del orden, auxilio de las personas y sus bienes y la reconstrucción de las zonas afectadas”.

Como ocurre desde hace años, la asignatura pendiente de un nuevo marco legal para las operaciones del Ejército Mexicano vuelve a la escena pública. No obstante, el Presidente electo prometió no presentar iniciativas de ley para grandes reformas en la primera legislatura de su sexenio.

Si el nuevo gobierno desea que el Ejército se dedique a operaciones de paz, ¿no exige esto una discusión legislativa con el fin de adecuar la reglamentación vigente?

Hay elementos que inquietan más. Se dice con frecuencia que el Ejército mexicano no participa en guerras (afortunadamente), pero tiende a pasarse por alto el heroico papel que desempeña en la defensa de la integridad, independencia y soberanía de la nación. Sabemos, por ejemplo, que los terroristas que amenazan a Estados Unidos podrían intentar el ingreso a su territorio vía la frontera mexicana. ¿Podría evitar esto un “ejército de paz”? No parece una tarea propia de los cuerpos policíacos estatales y municipales.

Es dudoso que tengan los recursos para asumir esa responsabilidad y si la asumieran, ¿Cómo se pagaría? ¿Cómo reaccionaría el gobierno de Trump si esto ocurriera?

La dimensión internacional de las declaraciones del Presidente electo es decisiva. ¿Cómo leerán su mensaje las fuerzas armadas estadounidenses, las cuales han alcanzado un nivel de cooperación históricamente alto con el Ejército y la Marina en México? ¿Qué opinarían del cambio de funciones en la medida que amenace la seguridad en su frontera? Se corre el peligro de activar tentaciones intervencionistas. Basta recordar la llamada entre Trump y Peña cuando el primero sugirió la posibilidad de enviar tropas estadounidenses para detener a los “hombres malos” en México.

Una cosa es señalar que al Ejército no le corresponde la tarea de combate al narcotráfico. Tarea que las fuerzas armadas asumieron por incapacidad institucional de los cuerpos policíacos.

Otra muy distinta sugerir que las Fuerzas Armadas de México se dedicarán exclusivamente a tareas de paz. Cuidado.

 

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@avila_raudel

 

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